domingo, 24 de enero de 2010

¿El catalizador?

Ha pasado largo tiempo... Ha habido cambios... Pero los sentimientos entrecruzados siguen presentes. Y yo, casi por casualidad, me he vuelto a convertir en observador, presentándose sin avisar una duda que acecha: ¿Tomar o no tomar partido?
No. No es mi problema, no soy el más adecuado para decir lo que ocurre alrededor y lo que hacer al respecto. No. Todo el que me conoce sabe que la imperfección es mi fuerte, sabe que meto la pata con facilidad. No. No es de mi incumbencia, no tengo el título de ángel guardián. No.
¿Pero qué es lo bueno que podría acabar ocurriendo? Quién sabe, quizás escogiendo el momento y las palabras, quizás propiciando de alguna manera una conversación sincera... quizás así, la reacción tendría lugar...
Sin embargo, mientras se toma una decisión, el tiempo pasa, y la distancia aumenta... Tal vez yo no sea suficiente, tal vez se necesite luz en el ambiente...

sábado, 25 de abril de 2009

Y el sol salió...

Aunque no del todo, siempre hay nubes que hacen que el cielo no sea tan claro. Muchas veces aprendes a convivir con esas nubes, aunque lo que más te gustaría es que desapareciesen de una vez por todas, y más si no entiendes por qué están ahí, porque a primera vista no conoces razones lógicas. Así que mientras dura la espera para conocer lo que pasa, habrá que seguir disfrutando del sol, que aunque a veces no lo parezca, siempre está ahí para dar luz ;)

sábado, 28 de marzo de 2009

La tormenta

Nubarrones ocultan el cielo, parece que la tormenta descargará la potente lluvia de un momento a otro. Las temperaturas han disminuido, el viento azota los árboles ya frondosos con toda su furia, llevándose consigo las hojas marchitas que generan en esta época del año. Pero no, las nubes se aclaran y el riesgo de que las calles de la ciudad se conviertan en ríos disminuye, aunque no desaparece. Entonces, ¿va a llover o no? La espera se hace interminable, y la esperanza de que el sol vuelva a asomar, constante... Mientras tanto, paraguas en mano, se camina con precaución, nunca se sabe cuándo y dónde caerá la primera gota. Aunque por desgracia, no existe ningún paraguas capaz de soportar cualquier tormenta, el agua siempre acaba mojándolo todo. Sólo queda el consuelo de saber que la oscuridad que producen las tormentas siempre se acaba aclarando, y la calma se instalará de nuevo.

sábado, 7 de marzo de 2009

Insomnio

Son las tres de la mañana y no puedo dormir, solo ver videos me hace sonreír. Cualquiera que conociese mi caso me diría que me preocupo demasiado por todo... Tal vez por eso me hago llamar doctor Fernández. Pero tengo ese defecto, si alguien que me importa lo está pasando mal, yo también estoy mal, es algo inevitable. Y si considero que algo es injusto, tengo que controlar y mucho mis impulsos porque lo único que quiero es gritar lo que pienso, sin importar las consecuencias. Es precisamente cuando pienso en ellas cuando mi cabeza no deja de dar vueltas una y otra vez, porque el problema, a priori, no tiene solución alguna... Pero no es mi problema, y al mismo tiempo no es algo ajeno a mi. ¿Debo entonces dejarlo estar como si nada estuviese pasando? ¿Debo ver como los que me rodean no lo están pasando bien y no pueden hacer nada para remediarlo? ¿Por qué siempre pagan justos por pecadores? Demasiadas preguntas sin respuestas claras. Mientras sólo quiero dar un abrazo a ese loco para expresarle que entiendo su situación más de lo que piensa, él y los otros nueve están tranquilamente en compañía de Morfeo. Creo que yo también voy a hacerle una visita...

¿Qué somos?

Muchas veces me hago esa pregunta. Hace tiempo que dejamos atrás la niñez, esa etapa en la que no era necesario pensar ni tomar decisiones, en la que las mayores consecuencias de tus actos eran estar sin ver la tele una semana o quedarte sin aquel juguete que tanto ansiabas. Pero tampoco somos adultos, el dinero y la estabilidad que supone tener un hogar que no tienes que mantener llega por vía paterna, lo que lleva a decir que no somos tan independientes como creemos. Entonces solo hay un estado que define nuestro comportamiento ante la vida: la adolescencia. Era incierto que éste período acabase con el instituto, era falso que aprobando un examen serías más adulto, era una gran mentira que entrando en la universidad madurarías... o tal vez esto último sea verdad; lo que si es cierto es que cinco meses no son suficientes para aprender a tomar decisiones, para saber afrontar responsabilidades, para tener en cuenta las consecuencias de nuestros actos, para dejar de anteponer tus caprichos a los propios amigos... La inmadurez nos define, sea para bien o para mal. Entonces, ¿debemos reprochar el comportamiento del prójimo? Ganas no me faltan, pero la paciencia y la razón se apoderan de mi ser.

sábado, 28 de febrero de 2009

Soñaré

La lluvia conmigo empieza un día de pleno sol, decía cierta canción. Y tenía razón. En este día nublado en el que las desnudas y mojadas ramas de los árboles comienzan a adquirir un aspecto verdoso, en el que el polen auyenta la calma de mi respiración, en el que las malas calificaciones vaticinan largas horas de enclaustramiento con personas como Petrucci o Tipler, sólo vienen a mi cabeza los buenos momentos que hemos vivido y los que nos quedan por vivir. Un abrazo es poco para expresar el agradecimiento por estar ahí cuando la necesidad lo requiere.
Y os preguntaréis a que viene tanto sentimentalismo. Pues la culpa la tienen las imágenes que se suceden por la mente cuando el cuerpo descansa en la noche. Los sueños, sueños son, dirán algunos; aquello nunca sucedió, todo fue una ilusión, pensarán otros. Sin embargo, prefiero escuchar la cita que un genio dijo una vez: esta vida es un sueño. Así que mejor seguir soñando, ¿no os parece? ;)

miércoles, 25 de febrero de 2009

Los amantes de Teruel

Una gran ciudad, un mundo nuevo: nuevo hogar, nuevos estudios, nueva gente, nuevas amistades... y algo más que amistades... Porque cuando estás con una persona mucho tiempo, con la que compartes gustos, cualidades y defectos, formas de ser y de pensar, y similares situaciones familiares, la amistad deja de serlo para transformarse en algo más. ¿Pero cómo se puede llamar a ese algo más? ¿Amor, cariño? No, no se le pone nombre, el temor a tener un compromiso es más grande que cualquier otra cosa, las decisiones se vuelven ilógicas, las paranoias habitan y pasean en tu cabeza sin cesar... Y resulta que la otra persona está exáctamente igual que tú... ¿Coincidencia? No, es que sois dos gotas de agua, sois vuestra media naranja, vuestro reflejo, vuestro calco, vuestra alma gemela, vuestro álter-ego... Pero os resistís a creerlo, el inconsciente no termina de asumir esta nueva situación, y una y otra vez vuestros problemas se interponen en vuestro camino y sólo queréis dejarlo todo y pasar... Entonces cometeríais el error más grande de vuestra vida.
Que no os quepa la menor duda, nunca os planteeis zanjar lo que hay, no tiene sentido, y si os da por caer en la tentación ya lo sabeis, mi consulta está siempre abierta ;)